goteras que no son
Vas caminando por alguna calle del centro de Santiago donde abundan los edificios antiguos. Hace calor y derepente sientes una gota de agua que desde "el cielo" ha caido en tu cabeza, o peor, en tu brazo. El asunto es que no está lloviendo, ni están regando alguna terraza. Se trata de aquellas cajitas de aire acondicionado. Nooooo.
No deberían importar aquellas gotas indefensas pero mi mente ha creado cierta teoría de que aquel líquido que nos pilla de sorpresa, que aparecen en nuestro camino se trata de la recopilación del sudor de la gente que trabaja en la oficina correspondiente a aquella caja maldita. Obviamente esto no sucede, pero por aquella razón es que siempre esquivo las lluvias caribeñas de Santiago, y cuando no logro escapar, siento que lo peor ha caido sobre mi. Tristeza.
No deberían importar aquellas gotas indefensas pero mi mente ha creado cierta teoría de que aquel líquido que nos pilla de sorpresa, que aparecen en nuestro camino se trata de la recopilación del sudor de la gente que trabaja en la oficina correspondiente a aquella caja maldita. Obviamente esto no sucede, pero por aquella razón es que siempre esquivo las lluvias caribeñas de Santiago, y cuando no logro escapar, siento que lo peor ha caido sobre mi. Tristeza.
By: Cindy (Valeria) Vidal (Montt) | miércoles, 20 de febrero de 2008 at 13:35 | |